viernes, 27 de febrero de 2015

Los hechos ocurrieron en el país Rumanía, en Bucarest el 12 de Agosto de 2004.

Una banda de expertos cuatreros rumanos, le colocaron unas botas nuevas de goma sacadas de un baúl a dos vacas que habían robado, con el fin de que la policía no pudiera seguir el rastro de sus huellas. Lamentablemente para ellos, fueron delatados por un cerdo fuerte y grande.

La banda estaba compuesta por tres hombres altos que vivían en la ciudad de Burila Mare. Estos hombres se planificaron y asaltaron en mitad de la noche un establo antiguo ubicado en la ciudad de Hivona, cerca de un campo de maíz en la penillanura. Abrieron sigilosamente la puerta y entraron.

Por la mañana, la dueña de los animales, Mioara Fatila, se acercó como de costumbre a darle de desayunar a los animales. Para su sorpresa no estaban y llamó rápidamente a la policía. “Cuando me desperté en la mañana para alimentar a mis animales éstos se habían ido todos, desaparecieron”, afirmó la víctima, quien añadió: “Solo había marcas de botas fuera, pero observé detenidamente y vi algunas huellas de cerdo en la tierra”.

La policía y sus subalternos rastrearon las 14 huellas que encontraron a lo largo de 30 kilómetros y hallaron y arrestaron a los tres hombres por robo.
Cuando todo de descubrió, Mioara dijo: “Parece que no encontraron nada que ponerle al cochinillo”


3 comentarios:

  1. Hola Joaquín soy Antonio.
    Perdona por no haberte escribido durante estos dias es que he tenido muchos examenes.

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  2. La historia me parece increible.
    Es muy graciosa las parte que dice la señora Mioara parecen que no encontraro nada para ponerle al cochinillo.Por lo demas todo bien y hay que ver que bien piensan los ladrones.
    Mira que ponerle unas botas a un animal

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  3. Voy ha hacer la tira comica la tendras este fin de semana o el lunes

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