Los
hechos ocurrieron en el país Rumanía, en Bucarest el 12 de Agosto
de 2004.
Una banda
de expertos cuatreros rumanos, le colocaron unas botas nuevas de goma
sacadas de un baúl a dos vacas que habían robado, con el fin de que
la policía no pudiera seguir el rastro de sus huellas.
Lamentablemente para ellos, fueron delatados por un cerdo fuerte y
grande.
La
banda estaba compuesta por tres hombres altos que vivían en la
ciudad de Burila Mare. Estos hombres se planificaron y asaltaron en
mitad de la noche un establo antiguo ubicado en la ciudad de Hivona,
cerca de un campo de maíz en la penillanura. Abrieron sigilosamente
la puerta y entraron.
Por la
mañana, la dueña de los animales, Mioara Fatila, se acercó como de
costumbre a darle de desayunar a los animales. Para su sorpresa no
estaban y llamó rápidamente a la policía. “Cuando me desperté
en la mañana para alimentar a mis animales éstos se habían ido
todos, desaparecieron”, afirmó la víctima, quien añadió: “Solo
había marcas de botas fuera, pero observé detenidamente y vi
algunas huellas de cerdo en la tierra”.
La
policía y sus subalternos rastrearon las 14 huellas que encontraron
a lo largo de 30 kilómetros y hallaron y arrestaron a los tres
hombres por robo.
Cuando
todo de descubrió, Mioara dijo: “Parece que no encontraron nada
que ponerle al cochinillo”
Hola Joaquín soy Antonio.
ResponderEliminarPerdona por no haberte escribido durante estos dias es que he tenido muchos examenes.
La historia me parece increible.
ResponderEliminarEs muy graciosa las parte que dice la señora Mioara parecen que no encontraro nada para ponerle al cochinillo.Por lo demas todo bien y hay que ver que bien piensan los ladrones.
Mira que ponerle unas botas a un animal
Voy ha hacer la tira comica la tendras este fin de semana o el lunes
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